Claudia Sheinbaum hizo presidente de su comisión de reforma electoral a Pablo Gómez Álvarez, a quien conocí el día de los cómputos distritales de elecciones de 1988. Ambos éramos candidatos a diputado federal en el Distrito 39°, Coyoacán-Portales, Ciudad de México. Él del PSUM (venía del Partido Comunista), yo por el PAN. Afuera del Comité Distrital Electoral, Gómez me felicitó por el triunfo. En esa legislatura (LIV) coincidimos, Pablo entró como plurinominal. (Antes, 1979, fue el primer plurinominal del país). En 1997 volvimos a ser diputados (la LVII). Es teatral, histriónico, simplista, maniqueo, provocador, de emotividad primitiva. Mentiroso. Oportunista.
En dos entrevistas que le hicieron El País y Excelsior, el 6 y 7 de agosto marca ruta autoritaria. “Ya es otra época. El partidazo ya no existe” (¿Morena no es partidazo?). El INE-IFE- “nunca ha sido independiente. Todos los presidentes nombraron al correspondiente del INE, resultado de simulación”. (Un José Woldenberg -de izquierda democrática- y otros consejeros honorables, no fueron de simulación; personas que el PRD avaló). “Queremos una reforma de Estado. Tenemos la fuerza política y la vamos a ejercer. La sabiduría popular nos dará la entrada”. “Un país donde surgió una nueva mayoría tiene que modificar la forma de la representación popular”. Le replican: la actual benefició a Morena; responde: “No”. ¿Se inclina más por la encuesta (consulta) que propuestas de la oposición o la sociedad civil? Y responde con otra pregunta: “¿esta reforma la tiene que aprobar la minoría de este país? El consenso nunca se ha logrado en México” (otra mentira: reformas por las que fue plurinominal o ciudadanizaron al IFE fueron de consenso). Agrega: “alrededor de las conclusiones de la consulta se debe amalgamar la mayoría política de este país”. “La mayoría debe ejercer su carácter”. Adelanta desaparecerán juntas distritales y organismos y tribunales electorales locales. “No tenemos nada que conservar como sistema sociopolítico”, remató. ¡Van por todo! A dictadura del partidazo.
Hay izquierdas democráticas y no en el mundo. Sheinbaum y Gómez fueron militantes del Partido Comunista Mexicano, marxistaleninista, no democrático. El comunismo es en todos los casos históricos un conjunto de minorías organizadas para dominar totalitaria, no democráticamente. Esencia comunista es disimular su naturaleza, cuando conviene. Mienten y engañan. Cuando logran el poder imponen el principio del “partidarismo” (“la mayoría ejercerá su carácter”, pueblo sabio); en varios aspectos de la vida y la cultura (nuevos libros de texto de Marx Arriaga, censuras). Los comunistas siguen creyendo que poseen la verdad absoluta, derivada del materialismo histórico: “la verdad la posee el proletariado” (el pueblo bueno). El partido (la 4t) es la parte consciente de ese pueblo sabio. “Por tanto, tenemos la verdad teórica como la práctica”.
Es tesis comunista que el Derecho -leyes, instituciones- es producto determinado por las fuerzas y relaciones productivas económicas de la sociedad. Y el Estado es instrumento de dominación de los explotadores sobre los explotados. Sigue destruir leyes e instituciones “burguesas”. Stalin escribió (“Fundamentos de Leninismo”): “La unión del ímpetu revolucionario ruso al sentido práctico norteamericano: tal es la esencia del Leninismo en el trabajo del partido y del aparato del Estado”. (Sheinbaum-Trump, populismo de izquierda y derecha, autoritario, se dan la mano). Oportunistas. La actividad electoral es otro medio para conquistar el poder, incluso apoyando o incrustándose en partidos no comunistas, como ahora. Utilizan palabras de contenido democrático a las que hacen perder su sentido. Niegan el derecho de los ciudadanos a discrepar, rechazan el pluralismo, y por el dominio de esas minorías dirigentes fuerzan unidad artificial. Dividen pueblo bueno vs derecha, conservadores. Sin el concurso de oposición y de sociedad civil, su reforma será ilegítima.
“No entienden que esencia y nombre del partido político auténtico exigen que el partido sea una “parte” organizada del pueblo para la elección, ejercicio y vigilancia del poder político en un régimen pluralista de derecho”. Hay tarea ciudadana para demócratas no ingenuos.
Pablo Gómez mentiroso, oportunista y comunista
