Mal augurio de Claudia Sheinbaum este 15 de septiembre al anunciar dará reversa a la protección de derechos fundamentales de los gobernados. Presentó a los senadores su iniciativa de reformas a la Ley de Amparo -y a otras dos leyes-, que implica un giro de 180 grados en lo avanzado desde la reforma de 2011 al Art. 1° constitucional. Desharán el incrementalismo y progresividad de los derechos humanos. No bastó destruir la independencia del poder judicial y elegir a ministros y jueces dependientes de la 4t. Van por restringir la institución mexicana del amparo, para que los nuevos juzgadores 4teros no se les ocurra amparar a quienes reclamen a autoridades violaciones a sus derechos. Seguro lo aprobarán sus legisladores sin sentido del honor.
Leer su exposición de motivos para modificar la Ley de Amparo del 2013 es pertinente. Contiene falsedades y falacias que para justificar el desamparo. Menciona una reingeniería institucional para “recuperar valores y principios del servicio público, particularmente en espacios renuentes a los cambios democráticos, como el Poder Judicial”. A Obrador e hijastra les dolió que ministros y jueces resolviera en varios casos que leyes y actos de gobierno -como los daños ecológicos por el Tren Maya o el AIFA- se declararan contrarios a derechos humanos previstos en la Constitución y en Tratados internacionales.
En sus motivos refiere la actuación y resultados de la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda en el período de Obrador, que dirigió el comunista Pablo Gómez, usándola para perseguir a quienes consideran sus enemigos. Les hartaron las suspensiones que concedieron jueces contra bloqueos de cuentas bancarias y la incorporación en listas de personas bloqueadas. Del descomunal huachicol fiscal no se dieron cuenta.
Los principios plasmados en el Art. 1° constitucional (“los derechos humanos reconocidos no podrán restringirse ni suspenderse”, “favorecer en todo tiempo a las personas la protección más amplia” (pro-persona); la “universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad” de los derechos humanos) serán trastocados con estas reformas. Porque restringen derechos; favorecen a la autoridad (pro-autoridad), no pro-persona; son regresivas, no progresivas. Redefinen el concepto de “interés legítimo” y restringen el acceso al amparo. Dificulta obtener suspensiones de actos de autoridad al añadir nuevas causales de orden público, que son del interés colectivista de la 4t. Limita el amparo en materia fiscal. Cierra protección de amparo con ampliación de demanda, por actos conexos descubiertos después.
México vivió desde 2011 un incrementalismo en derechos humanos formidable, incluyendo los previstos en Convenciones Internacionales (ese sí, Humanismo Político). La Corte nueva, por fin independiente, integrada desde Zedillo, así lo entendió. A los gobernantes no les gustaban varias de sus sentencias, pero las acataban, sin descalificarlas en público. Pero a Obrador no solo lo desquiciaron sentencias: descalificó al poder judicial desde Palacio Virreinal. Se vengó y con Sheinbaum desaparecieron al poder independiente. Consolidaron en una sola corporación todos los poderes públicos. Eso es dictadura, aquí y en China.
Sustituir los principios pro-persona o de máxima protección a los derechos humanos, y de progresividad, por el de pro-autoridad, o de regresividad, es retroceder más de 100 años, al texto del Art. 1° del Constituyente de 1917, en que los derechos se “otorgaban” por el Estado (el grupo en el poder). No se “reconocían” por el solo dato de ser personas con una eminente dignidad humana. Si el Estado daba, el Estado quitaba o restringía. La anterior Suprema Corte la declararía -al aprobarse iniciativa-, violatoria de disposiciones constitucionales y de Tratados Internacionales. De la corte de la “nueva era y época”, Tres patines, es ingenuo esperarlo. Desde asumir su cargo los hoy ministros exhiben día a día ignorancia de normas sustantivas y procesales, prejuicios ideológicos, vulgaridad. No piensan. Obrador, Sheinbaum y Arturo Zaldívar (quien deletreó iniciativa) van con los ojos en la nuca, con retrovisor filo-marxista, colectivista.
Ante el desamparo inhumano, hay instancias internacionales. ¿Qué nos corresponde?
SHEINBAUM DESAMPARA Y DESPROTEGE

Abogado y político mexicano, del PAN. Ocupó numerosos cargos, entre ellos dos veces diputado federal y procurador de Guanajuato.