¿Y qué pasa si soy hombre y me identifico como mujer?, ¿Y los no binarios?, ¿Y si soy mujer y me identifico como hombre? vaya, si se quiere ser novedosos podemos maniobrar de varias formas.
En Nuevo León se abrió un debate que ha sacudido a políticos, exgobernadores, diputados y ciudadanía: ¿es correcto que, en la elección de 2027, únicamente mujeres puedan competir por la gubernatura?
La discusión surgió tras una propuesta supuestamente de organizaciones ciudadanas al Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Nuevo León (IEEPCNL) solicitando que compitan solo mujeres; pero muchos sospechan que en realidad la petición viene directo del Palacio de Cantera.
Diversas voces acusan al gobernador Samuel García de querer impulsara a su esposa Mariana Rodríguez quien se quedó con las ganas de ser alcaldesa de Monterrey; y si bien esto no pasa de la especulación, la idea de que una medida de paridad pueda usarse como maniobra de poder, causa mucho «enojamiento».
La justificación es que «es una acción afirmativa», que busca corregir la histórica falta de representación femenina en el gobierno de Nuevo León, ya que nunca una mujer ha gobernado el Estado.
Quienes han manifestado interés en contender por dicho puesto ya dieron su opinión:
El Alcalde de Escobedo Andrés Mijes dijo que en lugar de que sea una autoridad quien imponga que solo mujeres compitan, debería hacerse una consulta ciudadana para que la población decida si quieren que sea así.
Waldo Fernández, senador de Morena por Nuevo León, consideró que el Instituto Estatal Electoral se está extralimitando en sus atribuciones con este tema.
El alcalde de Monterrey, Adrián de la Garza, tachó la medida de limitante y antidemocrática.
En lo que respecta a exgobernadores como Fernando Canales y Benjamín Clariond coincidieron, señalando que lo importante no es el género, sino la capacidad del gobernante.
Desde el Congreso local, diputados de Morena y PRI calificaron como “intromisión” que el Instituto Estatal Electoral pretenda imponer reglas que corresponden al legislativo.
El propio Instituto Electoral reconoció que no tiene facultades para obligar y canalizó el asunto al Congreso. El debate, por lo tanto, sigue abierto.
Quienes defienden la iniciativa recuerdan que sin acciones afirmativas las brechas de género tardan décadas en cerrarse.
Los críticos, en cambio, ven en la propuesta un exceso que atenta contra la libertad de los ciudadanos para decidir.
La cuestión es profunda: ¿cómo equilibrar la legítima aspiración de igualdad con los principios democráticos? ¿Es justo restringir el derecho de competir a la mitad de la población para favorecer a la otra?
Lo cierto es que en Nuevo León la gente no se deja engañar y es claro que la democracia es un ejercicio que requiere transparencia y reglas claras y parejas.
Nadie quiere imposiciones disfrazadas de progresismo, y mucho menos cuando hay la sospechas de intereses personales.
El Congreso local tendrá la última palabra. Ojalá que la decisión sea pensando en el futuro de Nuevo León, y no en la coyuntura de quienes hoy gobiernan.Pero si se impone que sean solo mujeres quienes puedan competir por la Gubernatura de Nuevo león, atentando contra los derechos de los hombres, tienen una salida: «identifíquense como tal», vayan al INE y modifiquen su género.
Y ahora me pregunto, ¿y qué pasa con las personas que no se identifican con ningún genero? ¿Ellos también tendrán alguna vez una candidatura exclusiva?
Hay al menos un caso documentado en Nuevo León de una persona que no se identifica como hombre o mujer, recordarán a Wdie Vincent Hibert Blue Galván Villarreal, de Monterrey, quien obtuvo del Juzgado Virtual de lo Familiar del Poder Judicial de Nuevo León su acta de nacimiento con género «NB» (no binario).
Ahí se las dejo de tarea.