¿Qué nos gustaría presenciar el 18 de octubre en el Frontón México de parte del CEN?
Escuchar y ver la presentación de una renovación de las políticas internas y externas de Acción Nacional, una “vuelta al origen” y a su trayectoria de muchos decenios de buena política. Es decir una recuperación en acciones de las enormes aportaciones que el partido, siendo fiel a su doctrina y a los principios que le dieron origen. No cambios cosméticos que quedarían en la nada para la verdadera imagen popular del partido, que lo que requiere en recuperar el prestigio perdido ante millones de ciudadanos que dejaron de votar por el PAN.
Una recuperación de las luchas sobre todo parlamentarias y de campañas electorales y permanentes. Acciones de defensa intensa, estratégica, amplia, sistemática de la democracia y de los derechos humanos y de exigencia de buena administración pública y tareas legislativas. Y sobre todo con acciones de partido, de sus dirigentes (en casa de cristal), de gobernantes y legisladores panistas. Se predica con el ejemplo, que convence más que las palabras por más seductoras que sean ante el eficiente (lástima decirlo) discurso morenista de Amlo y socios.
Una recuperación de ¡ya! de la democracia interna del partido, que se refleje en animar a los militantes a participar en actividades partidarias, y en confiar en sus dirigencias partidarias de los tres niveles, municipal, estatal y nacional. La democracia interna o su deficiencia impactan abiertamente a la población, no son secretos bien guardados, sino al contrario.
Un gran esfuerzo en acciones a favor de la sociedad, de barrio, comunitarias, municipales, esas que hacen ver a la sociedad que el PAN se ocupa de verdad de los intereses y necesidades de la gente. Acciones sistemáticas y enérgicas en defensa de la sociedad ante los abusos y malversaciones del poder público y de su partido en el poder federal, Morena.
Ver nuevos programas de capacitación a la militancia y muy en particular de formación de líderes sociales, esos que después se pueden convertir en líderes políticos en acciones de gobierno y legislativas. Una gran difusión de los principios de doctrina y de la exigencia ética del PAN contenidos en sus grandes documentos.
Que se presenten planes (o la menos buenos proyectos) de campañas muy inteligentes para despertar conciencias y simpatías sobre las verdades de las promesas, discursos y realidades de gobierno de Morena, en especial del gobierno actual, pero siempre haciendo ver que son la continuación de los errores y faltas del gobierno de López Obrador, así como de la forma sistemática en que los legisladores morenistas y sus socios han ido destruido las leyes nacionales, en particular las constituciones federal y locales. Hasta ahora, los esfuerzos para convencer a la población seducida por Morena han sido prácticamente ineficientes, tanto del partido como de organizaciones de la sociedad civil, de líderes sociales, de académicos y comunicadores.
Que veamos un gran programa, muy bien sustentado, de lo que Acción Nacional hará en los próximos años para ir recuperando la democracia, los derechos humanos, la paz interna y el combate a la corrupción, en todo lo que esté al alcance de Acción Nacional, y de la ciudadanía liderada por el partido. Logrando esto, se podrán recuperar confianza popular, simpatía hacia el PAN y votos en las próximas elecciones.
Salvador Ignacio Reding Vidaña.
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