¿Gutiérrez Müller, realmente está o se va a Madrid con su hijo o no?

Tras el escándalo que propició el diario español ABC el sábado 16, publicando que Beatriz Gutiérrez Müller se había ido a vivir a Madrid, a un muy lujoso barrio, junto con su hijo Jesús Ernesto, y que éste estudiaría en la prestigiada Universidad Complutense, ella respondió hoy con una carta, en donde hace acusaciones de mentir al ABC, diciendo dentro de ese texto lo siguiente: “… desde luego no me he ido a vivir allá ni a ningún lado. Tampoco Jesús Ernesto.”

Comunicadores prestigiados han hecho comentarios sobre dicha carta, los principales haciendo observaciones a la redacción, criticándola severamente por su estilo y contenido, ambas cosas. Pero hay una observación interesante en particular, y es que no niega que pueda irse a vivir allá, simplemente dice que no se ha ido a vivir allá, ni su hijo (del que dice estar enamorada). Así que sigue la pregunta: ¿lo hará? Eso se podrá saber en unas semanas, por ejemplo si resulta cierto que su retoño inicia clases en la Complutense. Como se han hecho comentarios: ella realmente no desmiente los hechos negando que pueda irse a vivir al Reino de España, que diga que no se ido es insuficiente.

Otra observación interesante, es que su apellido materno está mal escrito en la carta, pues dice Mueller en vez de Müller. Cualquier persona, que se sepa, es muy sensible a la escritura de sus nombres y apellidos, y en un texto supuestamente de su mano, de inmediato sale a relucir el error. Pero al parecer la firma sí es suya.

Ella reta al ABC sobre la información publicada, pero si resultara que ese diario, como exige, tiene datos de fuentes fidedignas de que ella ha alquilado (o comprado) una propiedad en ese lujoso barrio madrileño, aunque ahora no esté allá, y de que hijo estudiará en la Complutense (digamos que ya está inscrito), Beatriz se meterá en más problemas de imagen pública de los ya tiene desde hace varios años.

Sobre el chisme de que había ido hace unos días a la embajada de España en México para solicitar la ciudadanía española por derechos de ascendencia, no hay información pública al respecto que lo pruebe o desmienta, y tampoco se sabe si fue a solicitar su deseo de residencia en el Reino. Posiblemente estas dudas se resolverán en unas semanas o meses. Pero de que fue a dicha embajada, no hay duda, o que ella lo haya negado.

Durante sus años de no-primera-dama (como ella lo decía) recibió muchas críticas por dichos y hechos suyos, incluyendo insultos, mucho ganado a pulso, y prácticamente nunca se defendió, por lo que esta carta contra el ABC parece ser un exabrupto, una reacción emocional que, de habérsela tragado como antes, le hubiera evitado cientos de críticas y burlas que recibe (y sin duda seguirá recibiendo) estos días. Y si sigue peleando el tema, le irá peor.

Otro tema sobresaliente de su carta es que diga que no se mete en política, cuando hay múltiples razones para pensar que lo ha hecho incidiendo en la conducta y políticas de su marido, incluyendo las famosas cartas exigiendo que se pidiera perdón a México de parte del Reino español y la Santa Sede. Y que, aunque insistía en no ser primera dama, tenía millones (asignados en el presupuesto) y personal a su servicio en Palacio Nacional. Si no actuaba en política ¿para qué fueron ese dinero y personal? Y hacer de cuando en cuando declaraciones sobre hechos de la política nacional o hasta internacional, ¿es no hacer política? Debió evitar ese asunto. Si sólo, como escribe, es una académica, no puede justificar esos privilegios no académicos.

La señora Alcalde, quien preside Morena, hizo declaraciones diciendo que Beatriz puede irse a vivir a donde quiera. Y esta declaración hace pensar que estando Alcalde por su cercanía, bien informada de su líder Amlo y de su familia, bien puede saber que ese cambio de residencia es o será un hecho. Aplica el dicho de “no me defiendas compadre (o comadre, en el caso)”.

Está Beatriz como se dice, en el ojo del huracán, y la gente que la aborrece, incluyendo hasta extranjeros, seguirán haciéndola pedazos, y el mote que desde hace tiempo le pusieron resurge en medios y redes sociales. Le echó leña a la lumbre y paga las consecuencias. Y ahora ¿Quién podrá defenderla, como se decía de El Chapulín Colorado?

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