El gobierno de Estados Unidos utilizó su poder de veto para bloquear una propuesta del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que exigía un cese de hostilidades inmediato, incondicional y permanente en la Franja de Gaza, además del levantamiento de las restricciones a la ayuda humanitaria y la liberación de los rehenes detenidos por Hamás y otros grupos.
La iniciativa contó con el respaldo de 14 de los 15 miembros del Consejo, pero no logró prosperar debido al voto en contra de Estados Unidos.
Washington justificó el veto señalando que el proyecto de resolución no condenaba explícitamente a Hamás ni planteaba medidas condicionadas como el desarme del grupo ni la liberación inmediata de los rehenes.
En respuesta, diversas entidades internacionales y países expresaron su preocupación por el deterioro de la situación humanitaria en Gaza. Según informes recientes, la población enfrenta una crisis que incluye escasez de alimentos, interrupciones en el suministro de ayuda médica, desplazamientos masivos y riesgo de hambruna.
Por su parte, el Secretario General de la ONU, António Guterres, manifestó su decepción ante la votación y urgió a que se implementen medidas que permitan aliviar el sufrimiento de los civiles, restablecer rutas seguras para la ayuda humanitaria y avanzar hacia un cese de hostilidades permanente.