Manuel Roberto Farías Laguna, el Vicealmirante detenido por su presunta participación en una red de huachicol fiscal, que involucra el contrabando y la comercialización ilícita de hidrocarburos, no es un oficial cualquiera, ocupaba un puesto de mando estratégico y tenía acceso a información sensible.
Ocupó el puesto de Secretario particular de Rafael Ojea Durán, lo que sugiere una red de confianza dentro de las cúpulas militares.
El martes 2 de septiembre de 2025, alrededor de las 9:45 h, cuando en un operativo encabezado por la Secretaría de Marina (SEMAR), la Fiscalía General de la República (FGR) y a Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) fue detenido junto con otros 13 huachicoleros.
La detención se dio en el marco de las investigaciones llevadas a cabo tras el decomiso histórico de 10 millones de diésel robado en Tampico, Tamaulipas, en el mes de marzo.
Farías Laguna es sobrino político de José Rafael Ojeda Durán, quien fuera secretario de Marina durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador.
Hasta enero del 2025, se desempeñaba como comandante de la XII Zona Naval en Puerto Vallarta, y anteriormente fue secretario particular de Ojeda Durán. También se la han atribuido acusaciones de nepotismo y tráfico de influencias dentro de SEMAR.
El Vicealmirante Farías Laguna, fue trasladado al Centro Federal de Readaptación Social del Altiplano, en el Estado de México, mientras que las mujeres detenidas con él fueron enviadas al penal federal de Hermosillo, Sonora.
La FGR y otras instituciones continúan con las investigaciones, sin descartar la participación de más implicados.
En el operativo fueron arrestadas 14 personas, entre ellas tres empresarios, seis marinos (cinco en activo y uno en retiro), y cinco exfuncionarios de aduanas.
El titular de la SSPC, Omar García Harfuch, enfatizó que estos hechos no representan a toda la marina y reafirmó que se actuará con transparencia en las indagaciones.
El huachicol fiscal implica el contrabando técnico de combustibles: se importa lealmente gasolina o diésel, pero se declaran cantidades falsas para pagar menos impuestos.
Otra forma es la Venta sin documentación fiscal: os combustibles se distribuyen sin facturación, evitando IVA, IEPS y otras obligaciones.
También está el uso de empresas fachada: muchas veces el combustible se vende a través de compañías fantasma para blanquear el dinero.
Corrupción en aduanas y autoridades: los responsables de supervisar la entrada y salida del combustible son sobornados o incluso forman parte activa del esquema.