La canción editorial
Diez millones entran por ducto,
pero cinco nomás van a llegar,
el “pueblo bueno y sabio” celebra,
pues es su derecho participar.
Los amigos de “el Junior” ordeñan,
un ducto de dísel pa’ exportar,
lo venden en barco como “lubricante”,
dan vuelta en U y vuelve a entrar.
Regresa en pipas “aditivo”,
ya convertido en gran manjar,
los marinos que no marinan vigilan,
sin vigilar ni se van a cansar.
En la ida y en la vuelta del viaje,
papá del Junior ya nada en billetes,
los rieles van cargados de millones,
y nadie pregunta de dónde viene.
Y estalla epidemia de “accidentes”,
de “suicidios” que nadie aclarará,
el mundo da la vuelta en su danza,
y todo sigue igual, cha-cha-chá.