Nepal vive uno de los momentos más críticos de su historia reciente. En menos de una semana, el país ha sido sacudido por una ola de disturbios que dejaron al menos 51 personas fallecidas, miles de heridos, edificios gubernamentales incendiados y el colapso total del gobierno. Las protestas, que comenzaron como una respuesta al bloqueo de redes sociales, escalaron rápidamente hasta desencadenar una crisis nacional.
La tensión estalló cuando el gobierno impuso restricciones a plataformas como Facebook, YouTube y X, en un intento por frenar la difusión de contenido que consideraban “desestabilizador”. Sin embargo, la medida fue interpretada por miles de ciudadanos como un acto autoritario, lo que generó manifestaciones masivas en varias regiones del país.
La situación se descontroló por completo cuando manifestantes incendiaron edificios oficiales, tomaron estaciones policiales y abrieron las puertas de centros penitenciarios. Más de 12,000 reos habrían escapado durante los disturbios, según informes preliminares, lo que encendió aún más las alarmas por el deterioro del orden público.
Ante la gravedad del escenario, el primer ministro Sharma Oli presentó su renuncia, y el Ejército tomó el control de Katmandú, la capital, donde se impuso un toque de queda para intentar frenar el caos. Mientras tanto, las autoridades comenzaron a restablecer el acceso a internet y a negociar una transición política con líderes sociales, juveniles y representantes del Ejército.
A pesar de los esfuerzos por recuperar la calma, la población aún vive con miedo, y el futuro político del país es incierto. La presión internacional ha comenzado a crecer, y organizaciones defensoras de derechos humanos han llamado al nuevo liderazgo a respetar las libertades civiles y garantizar justicia para las víctimas.
La situación en Nepal pone en evidencia la fragilidad institucional de algunos países ante decisiones que afectan derechos fundamentales. Lo que inició como una polémica sobre el control de la información, terminó convirtiéndose en una revuelta que ha transformado por completo el panorama político nacional.