El primer informe de la presidenta Claudia Sheinbaum se presentará por escrito el día de mañana, y será el mejor termómetro de la situación real del país.
En las últimas horas las condiciones políticas internas mejoraron porque hubo cambio en las presidencias de las dos cámaras legislativas, especialmente en la Cámara Alta, en donde recientemente vimos un espectáculo deprimente que sorprendió al mundo, pues no se sabía que en México hubiera semejante encono.
Sin embargo, se rumora que en Morena hay un grupo que no quiere cumplir lo pactado de que la presidencia del senado quede en manos de una panista, lo que provocaría tal crisis, que le dirán a doña Claudia que le ayudaría a diluir los escándalos de Tepoztlán, de La Barredora, y del huachicol, pero no le dicen que dinamitaría la gobernanza.
Esperemos que no se salgan con la suya, pues mientras la secretaria Rosa Icela Rodríguez entregue el informe presidencial, Sheinbaum dará un mensaje a la nación.
Esto significa que habrá cobertura mediática internacional y nadie asegura que no habrá entrevistas a los ofendidos con el incumplimiento del acuerdo parlamentario.
El ambiente político internacional se calentó con los últimos eventos -y los próximos no se ven sencillos-: El ataque mortal en Yemen, la guerra en Ucrania, el genocidio en Gaza, y las broncas en varias naciones latinoamericanas, especialmente en Venezuela que está a punto de recibir un arañazo del oso imperial norteamericano.
Todo esto amenaza la paz de la región, y nada bueno es que ya estemos en esa lista de naciones instaladas en el limbo, por las supuestas declaraciones de Mayo Zambada.
