Genaro Lozano descalificó a Georgia Meloni

Es ilogico nombrar de embajador a Lozano quien ya ofendio a la primera ministra de Italia

Salvador I. Reding Vidaña

Sheinbaum ha designado como embajador ante el gobierno italiano, a un individuo con pésima reputación en México, ganada a pulso, Genaro Lozano, y explicando descaradamente que le devuelve un favor, lo dijo en una mañanera. A pesar de no tener calificación alguna para ese cargo, sus compañeros morenistas en el Senado lo aprobaron sin reservas, pues están a su servicio.

Independientemente de su mala imagen en México, este individuo, en diciembre de 2022, descalificó en un escrito publicado a quien es la primera ministra de Italia, incluyendo en su texto: “El pensamiento de Meloni es una mezcla de ideas desordenadas, pero que resuenan en el electorado”. Grave error de Sheinbaum, que vuelve a tomar una decisión claramente no reflexionada, a la vista del mundo. En la diplomacia internacional, conforme al artículo 4 de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961, una nación puede aceptar o rechazar a quien ha sido designado por otra nación como jefe de misión (un embajador, en su caso), aceptándolo o rechazándolo, sin obligación de dar explicación alguna en caso de rechazo. Esta práctica se le conoce como el término latino “Plácet”.

Hay un antecedente vergonzoso para México, cuando en 2022 López Obrador nombró como embajador en Panamá a Pedro Salmerón y que este país advirtiera que le iba a negar el plácet, Salmerón renunció al nombramiento. Tras este penoso caso, López Obrador decidió nombrar a Jesusa Rodríguez, pero sabiendo que también sería rechazada por Panamá, no se le presento al Senado.

Respecto a Genaro Lozano, en México diversas voces han manifestado tanto su rechazo como su preocupación por este privilegio concedido a un individuo cuya militancia y activismo políticos están abiertamente en contra de los principios del actual gobierno italiano, y del partido fundado y encabezado por la señora Meloni, Fratteli d’Italia.

¿Cómo va a quedar esta confrontación, cuando las descalificaciones ya publicadas no se pueden revertir? En aquel entonces la crítica de Lozano contra Meloni no llagaba más lejos, se quedaba en México, pero al nombrarlo Sheinbaum embajador, el asunto cambia. Para los mexicanos pensantes e informados, la preocupación de enviar a ese individuo como embajador es razonable, y que pidieron en su momento que no se le nombrara embajador, pero ya es un hecho consumado por el Senado. Ahora falta la respuesta del gobierno de Italia.

Georgia Meloni tiene dos opciones, claro, la primera es rechazarlo con justa razón personal y partidista sin tener que explicarlo, aunque estaría sobrentendido, y tendría razón, pues qué se podría esperar de una relación entre una jefa de Estado y un embajador extranjero que la trató mal públicamente y que tiene ideas políticas contrarias a su partido y gobierno.

O bien la segunda opción, aceptar el nombramiento como una muestra de cortesía hacia el gobierno mexicano (o de simpatía a los ciudadanos mexicanos), esperando que el nuevo embajador que la criticó lo olvide y se comporte como un representante de México sin causar problemas diplomáticos o personales. No se puede esperar, ni por Italia ni por México, que se comporte como un diplomático, pues no lo es, no tiene ninguna formación ni experiencia en el mundo de la diplomacia.

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